Como muchos otros discípulos del riff, Norma Jean comenzó explorando los rincones más extremos de la intersección entre el metal y el hardcore. Pero dos cosas distinguían a esta banda de Georgia: una fe cristiana, evidente en sus letras pero nunca excluyente, y una infatigable ambición musical. Los ritmos brutales de sus primeros discos han dado paso a influencias procedentes del hard rock clásico, ritmos de fascinante complejidad y una paleta musical cada vez más variada. Aunque la banda mantiene el mensaje religioso de sus letras, musicalmente está mucho más cerca del metal underground que del rock cristiano convencional.