Ver y oír a Nils Frahm nos garantiza asistir a todo un espectáculo. Aunque solo sea porque es capaz de tocar a la vez en dos pianos diferentes, uno de cola y otro vertical, una caja de ritmos y un sintetizador. El músico y compositor es capaz de multiplicarse, para conseguir que afloren y se fusionen en uno solo todos los estilos en los que ha desarrollado su formación y su carrera: desde la escuela más clásica hasta las melodías y ritmos más experimentales.