El sonido desnudo de los sintetizadores y las cajas de ritmos de la música house lleva el minimalismo grabado en su ADN. A finales de los 90 y comienzos de los 2000, los productores más audaces exploraron la estética del menos es más que terminó dominando los clubes durante toda una década. Al tiempo que surgían y desaparecían todo tipo de subgéneros, el house minimalista, o microhouse, ha seguido combinando la calidez del deep house con paisajes sonoros experimentales para crear atmósferas envolventes, ritmos ondulantes y suaves corrientes psicodélicas. Esta playlist incluye a algunos de sus mejores exponentes. Guarda en tu biblioteca todo lo que descubras antes de que nuestro equipo editorial la actualice.