Muddy Waters encontró un sonido rompedor en el blues de los años 40 y 50: duro, agresivo, basado en acordes impactantes y exactos. En cierto modo, fue otro de los artistas decisivos en el nacimiento del rock clásico de los 60, pero la onda expansiva de Muddy Waters ha llegado aún más lejos, al heavy metal a través de Aerosmith y al indie actual por medio de bandas como The Black Keys.