La aparición de James Brown en el panorama musical de los 60 y 70 fue como un terremoto: con él, la seda del soul se transformó en el calor tórrido del funk, y una nueva generación aprendió las artes del ritmo intenso. Brown sembró la semilla para el nacimiento del disco, el hip hop, el house y el techno; y artistas como Prince, Fela Kuti o Talking Heads pueden proclamarse sus herederos.