Bad Religion emergió de la escena hardcore californiana, pero con una diferencia con sus precedentes: sustituyó la crítica social y el nihilismo por la juventud y la alegría de vivir, inspirando de este modo a la generación del hardcore melódico de los 90, gran parte de la cual acabó fichando por su sello, Epitaph. The Offspring, Green Day y Lagwagon no hubieran sido posibles sin su inspiración.