Tras varios años tocando en diversas bandas, la incomparable artista holandesa Keren Ann no alcanzó su verdadero potencial hasta que se cruzó con el compositor Benjamin Biolay. Como unos modernos Gainsbourg y Birkin, la pareja se apropió de la nueva chanson pop de principios del siglo XXI con dos excelentes trabajos que firmó ella. Gracias a sus primeras obras en inglés pronto se convirtió en una de las artistas más internacionales de su país, dueña de una carrera intachable repleta de discos fascinantes. Conócela aquí.