Joy Division tuvo que luchar contra muchas dificultades en sus primeros años: su estilo, un post-punk trágico perfeccionado en los álbumes Unknown Pleasures (1979) y Closer (1980), sonaba demasiado avanzado y oscuro para su época. Pero la influencia posterior que tuvo la banda, sobre todo a partir del suicidio de su líder, Ian Curtis, ha sido incalculable: el resto de componentes no solo formaría New Order para reforzar la mezcla de guitarras tensas y sintetizadores fríos que habían explorado en "Atmosphere" o "Love Will Tear Us Apart", sino que dejaron huella en los movimientos indie y gótico.