Atlanta ha desplazado en muchos sentidos a Nueva York y Los Ángeles como epicentro de la cultura hip-hop. Nacido y criado en las calles de su lado este, JID destila las esencias del rap sureño en una densa pócima de sílabas arrastradas, juegos de palabras deliciosamente absurdos y beats que combinan los ritmos secos de la vieja escuela con sedosas incursiones en el R&B. Tras uno de los debuts más prometedores de 2017, colaboró con el añorado Mac Miller en DiCaprio 2, un tour de force propulsado por una ambición artística ingeniosamente oculta tras versos solo aparentemente banales. Y el trío de singles que ha grabado desde entonces es para poner los dientes largos a cualquiera.