No hay tristeza que suene como la de los años 50 y 60, décadas en las que la vulnerabilidad y las confesiones íntimas eran elementos extraños en la cultura popular, especialmente para los hombres. En su lugar, las grandes voces del pop proyectaban sus sentimientos en exquisitas miniaturas melancólicas de emoción casi operística. Descúbrelas aquí y guarda en tu biblioteca todo lo que descubras.