Japón, Taiwán, China y Hong Kong son los campos de acción donde Faye Wong ha conseguido dejar huella. Su carrera empezó a despuntar a principios de los 90, cuando logró dar con la tecla de la fusión perfecta entre la tradición china y las influencias del pop y el rock occidental. Después se convirtió en la estrella indiscutible del mandopop y se codeó con los artistas más influyentes de comienzos de los 2000. Desde entonces, ha vendido millones de discos, ha cantado en videojuegos de éxito mundial y su voz no ha dejado de sonar en los mejores escenarios de Asia.