Utilizados desde, al menos, la Edad Media, los cuencos tibetanos son parte integral de numerosas tradiciones budistas. Su sonido, una hipnótica vibración entre el ritmo y la melodía, es cada vez más frecuente como parte de programas de musicoterapia, ayuda para la meditación y herramienta para acercarse a los rincones menos explorados de la mente humana. Descúbrelos en esta playlist de efectos balsámicos.