Lejos de vivir de glorias pasadas y de los réditos de la célebre “The Way It Is”, Bruce Hornsby ha sabido reinventarse constantemente a lo largo de las más de tres décadas que han transcurrido desde la publicación de su mayor éxito. Su pop elegante y sofisticado expandió sus límites y lo tiñó de otras sonoridades que abarcan desde el jazz hasta la electrónica, gracias en buena medida a sus frecuentes colaboraciones en los discos de artistas tan dispares como Bon Iver, Bonnie Raitt o Chaka Kahn.