Bill Evans irrumpió en la escena jazz neoyorquina en 1955. En poco tiempo ya se le consideró como uno de los pianistas más originales, alejado del estilo percusivo imperante y más cerca de la vanguardia de Erik Satie, Maurice Ravel y Claude Debussy. Prosiguió su carrera como líder y mano derecha de otros. De hecho, uno de sus trabajos más conocidos es con el maestro Miles Davis. Pianistas como Herbie Hancock y Keith Jarrett han reconocido la profunda marca que su música ha dejado en ellos.