Si el apodo de "La Voz" no estuviera ya adjudicado, posiblemente Barry White se hubiera hecho con él fácilmente. Conocido sin embargo como "The Maestro", se encargó de llevar el soul a la vertiente más sexy, gracias a sus composiciones románticas y a un prodigio de voz con un timbre muy grave y ronco. Durante los 60 fue integrante de distintas formaciones y produjo a notables artistas, pero en los 70 consiguió llevar la pasión y la sensualidad por bandera, en un camino opuesto a la fiebre disco dominante. Suyas son algunas de las canciones más apropiadas para caldear el ambiente.