Después de la Gran Depresión, lo que necesitaban los neoyorquinos eran buenas dosis de música en clubes de jazz atiborrados de gente, humo y los mejores músicos de jazz de todo el país. Artie Shaw fue uno de ellos. Con su clarinete enamoró a todo el que le escuchaba, y es que su música es alegre, profunda y bella como pocas. Su nombre suele asociarse al "Beguin the beguine" de Cole Porter, pero la carrera de Artie Shaw fue de lo más completa: formó su propia orquesta, sirvió en la marina y se consolidó como uno de los clarinetistas más queridos de la historia del jazz. Ríndete a sus encantos.