El 2002 fue un año en el que el público comenzó a sentir una irrefrenable atracción por toda música que emanara fuerza, energía y vigor. El debut de Audioslave se hizo con un triple platino, se publicó el recopilatorio de Nirvana, Foo Fighters trajo el mejor arena rock y las guitarras épicas siguen con bandas como Good Charlotte o Sum 41.