Sabemos rastrear sus comienzos pero su devenir es imprevisible, teniendo en cuenta la relevancia que el urbano latino tiene en la actualidad. Aunque el género tiene sus raíces en los años 70 y en los sonidos que recorrían las calles del Bronx, capitaneados por el DJ Disco Wiz y su compañero Grandmaster Caz, hoy en día el urbano latino se ha erigido como patrimonio universal. Sus iniciales mezclas de ritmos, aceleraciones e innovaciones dieron pie no solo al auge del hip hop bajo el prisma del sonido latino, sino a un estilo completamente distinto.La costa este fue el primer lugar que sucumbió al influjo de este arrebatador estilo, en cuyo recorrido también se fueron añadiendo palpitantes efectos de percusión y sonidos electro-funk. Si bien en los 90, el género se revitalizó con el rap de Mellow Man Ace, será el productor y rapero de Miami Pitbull quien entregue una insospechada etapa de esplendor al urbano latino, no solo con sus pegadizos temas en español y en inglés, sino a través de una excepcional dimensión internacional que domina la industria del siglo XXI. Es en este siglo cuando se produce la verdadera explosión del hip hop latino. En Puerto Rico, artistas como Vico C o Tego Calderón se abren paso en el rap del país, mientras en México el rap también empieza a coger fuerza. Sin embargo, hay vida más allá del hip hop. Desde Panamá llegan nuevos ritmos de reggaetón que se unen al dance de Puerto Rico y que, en manos de artistas como Daddy Yankee entre otros, han sufrido una transformación evidente al añadirle toques de salsa, bomba, merengue, vallenato y fusionarlos con rock, folk y world music. Resultado de esta excepcional fusión es un estilo que no solo se enriquece con cada artista sino que gana posiciones cada día.