El cantante y compositor Shawn Mendes (Ontario, 1998) saltó a la palestra siendo apenas un adolescente y su primer sencillo, “Life of the Party”, lo convirtió en el artista más joven en conquistar el top 25 estadounidense. En seguida publicó su primer álbum, Handwritten (2015), un debut que logró ser número uno en EE. UU. y Canadá y en el que temas como “Never Be Alone” o “Crazy” dejaron claro que Mendes estaba llamado a llegar a lo más alto. Y aún no había cumplido los 18. Lanzó Illuminate en 2016 y Shawn Mendes en 2018, dos grandes álbumes que debutaron en la cima de las listas y en los que encontramos temas tan honestos como “In My Blood”. Le llovieron los premios. Dos años después vio la luz Wonder y el canadiense decidió desaparecer de los focos para replantearse sus prioridades. “Esfuérzate en quererte tanto como te esfuerzas en querer a los demás”, le confesaba a Apple Music, “porque cuanto mejor te sientas contigo mismo y más te quieras, mejor serás para la gente en tu vida”. “WHAT THE HELL ARE WE DYING FOR ?” fue lo primero que sacó tras su regreso, un hermoso tema que revela un artista situado a años luz del jovenzuelo que fue.