Musicalmente radiante, intelectualmente deslumbrante y técnicamente minuciosa hasta extremos inusitados, Mitsuko Uchida sobresale en todos los aspectos del pianismo moderno. Nacida en Japón en 1948, se formó en Viena, donde sus profesores (principalmente Wilhelm Kempff y Stefan Askenase) le inculcaron las virtudes clásicas del ritmo estructural profundo y la búsqueda más allá de las notas para descubrir el alma interior de cada obra. Sus interpretaciones de Mozart y Schubert combinan elegancia, gracia y refinamiento con un profundo conocimiento del lugar que ocupa cada nota en el universo musical, cualidades que también iluminan su interpretación de la Segunda Escuela de Viena (Schoenberg, Berg y Webern) y de la música de su “querido amigo” György Kurtág. Limitando cuidadosamente su programa de conciertos a unas 55 apariciones al año, Uchida se ve a sí misma como una aprendiz perpetua, en constante evolución y con un repertorio principal siempre cambiante. Esto se ejemplifica en su segunda serie grabada de conciertos de Mozart (en la que dirige la Orquesta de Cleveland desde el teclado), la cual está dotada de una nueva calidez transformadora.