Fundada en 1893, la Filarmónica de Múnich estuvo vinculada desde sus inicios a la figura de Gustav Mahler, quien estrenó con ella sus Sinfonía n.º 4 (1901) y Sinfonía n.º 8 (1910), así como el ciclo póstumo de canciones en forma de sinfonía Das Lied von der Erde (1911). Durante un segundo periodo, con Ferdinand Löwe como director musical (1908-1914), se especializaron en Bruckner y sus sinfonías. Llegó la década de 1930, y la buena sintonía de la Filarmónica con el nazismo, pasando a autodenominarse “Orquesta del Movimiento Fascista”, provocó una inevitable controversia. Artísticamente, sin embargo, la orquesta resurgió con fuerza durante la posguerra gracias a la dirección musical de Rudolf Kempe (1967-1976) y Sergiu Celibidache (1979-1996), quienes cultivaron la calidez tonal y la agudeza interpretativa tan características de la formación. El director ruso Valery Guérguiyev asumió la batuta en 2015, pero fue despedido en 2022 por no oponerse a la invasión rusa de Ucrania.