Lang Lang, el pianista clásico con mayor éxito comercial en lo que llevamos de siglo, ha forjado su reputación sobre una presencia escénica comparable a la de una estrella de rock e incursiones de altos vuelos en todo tipo de géneros. Nacido en 1982 en Shenyang, dio su primer recital a los cinco años. Ingresó en el conservatorio a los nueve y debutó con una orquesta sinfónica a los 13. Antes de cumplir los 20 ya había recorrido escenarios de todo el mundo y grabado exigentes conciertos para piano de Tchaikovsky, Mendelssohn, Rachmaninoff y Beethoven. Durante la década de 2010, era una presencia habitual en escenarios como la Casa Blanca, los Juegos Olímpicos, el Vaticano o la ceremonia de los Grammy. En lo estrictamente musical, sumó a Liszt, Mozart y Chopin a su discografía, dio recitales en el Carnegie Hall y el Musikverein de Viena, y condensó su personalidad en Piano Book, uno de los álbumes más vendidos de 2019. Más allá de la música clásica, ha colaborado con Metallica, Pharrell Williams, Herbie Hancock y Billy Joel. Lang Lang también ha dedicado un esfuerzo considerable a la educación y la divulgación musicales a través de proyectos benéficos, apps e incluso conciertos en redes sociales. Su condición de estrella global no ha evitado polémicas como la de las Variaciones Goldberg que grabó en 2020, un ejemplo perfecto de la libertad con la que aborda las partituras, la emotividad desatada de su estilo y un sentido del espectáculo que genera controversia.