En apenas unos años, el marsellés Julien Mari ha revolucionado la escena urbana francesa con su pegadiza fusión de rap, pop, dancehall, afrobeat y R&B. Tremendamente prolífico, Jul debutó lanzando nada menos que tres álbumes distintos en 2014, dando buena muestra de la creatividad y el talento compositivo que lo han convertido en el rapero francés más popular de la última década. Su ingente producción discográfica ha ido en todo momento en paralelo con su repercusión comercial, gracias a una fórmula con la que, lejos de quedarse anclado en el boombap como muchos de sus coetáneos, ha sabido abrirse al autotune y a la música de baile para conquistar los clubes de media Europa. Su interés por el afrobeat, una de sus grandes pasiones, queda patente en su colaboración con productores francoafricanos como DJ Babs y en temas como “Tchikita” (2016), construido en torno al embriagador sonido de cuerda de la kora. Generoso y comprometido, Jul ha publicado de forma gratuita varios trabajos dedicados a sus fans en prisión y ha fundado su propio sello, D’or et de Platine, para tener el mayor control posible sobre su música y sus finanzas.