Es difícil pensar en un nombre más asociado al canto coral de cámara que el de Harry Christophers, cuya visión musical aúna pureza y calidez, luces y sombras, fuerza y precisión. Nacido en 1953, se inició en la tradición coral inglesa como tiple de la Catedral de Canterbury y adquirió una experiencia decisiva en el coro del Magdalen College de Oxford antes de comenzar su carrera como tenor en la Abadía de Westminster y los BBC Singers. En 1977, poco antes de terminar sus estudios en Oxford, organizó un concierto con antiguos coristas de Magdalen, a quienes compensó con cinco libras y una pinta por cabeza. Juntos, formaron el núcleo de The Sixteen, un conjunto que ha gozado desde 1979 de una reputación envidiable gracias a la perspectiva histórica de sus grabaciones del Eton Choirbook del siglo XV, los oratorios de Handel y obras de Monteverdi, Purcell y J.S. Bach. Bajo la intrépida dirección de Christophers, The Sixteen crearon su propio sello y han encargado nuevas obras a compositores como a James MacMillan, Roxanna Panufnik o Will Todd. Desde 2009, es también director artístico de la Handel and Haydn Society de Boston.