La primera vez que España se rindió ante los encantos de Chayanne (Puerto Rico, 1968) fue gracias a “Salomé” (1998), una canción que lo tenía todo para triunfar tanto en nuestro país como en el resto de la órbita hispana: una base rítmica que mezclaba la música de baile con los ritmos caribeños, una inolvidable melodía de trompeta y un estribillo que entraba a la primera escucha. Si a esa combinación le sumamos la presencia y las extraordinarias dotes como bailarín del puertorriqueño, no es de extrañar que aquel tema arrasase con todo y convirtiese a Chayanne en una estrella de la noche a la mañana. Aunque él ya llevaba mucha trayectoria desde que debutase en 1978 como integrante del grupo juvenil Los Chicos. Su carrera en solitario la iniciaba en 1984 con Es Mi Nombre y Chayanne, segundo álbum que ya gozó de cierto reconocimiento y le valió una nominación al Grammy a la Mejor Interpretación de Pop Latino. Ya entonces era también un destacado actor de cine y televisión en su Puerto Rico natal y había participado en numerosas bandas sonoras. En nuestro país, sin embargo, siempre será recordado por temas como “Boom Boom” (2000) o “Torero” (2002), con los que se coronó como rey indiscutible del pop latino.