Que sus canciones hayan sido comparadas con las de Björk casi tantas veces como con el cancionero tradicional mexicano da buena idea del lugar que Carla Morrison ocupa en el pop. Nacida en Baja California, estudió música en Estados Unidos y debutó con Aprendiendo a Aprender, un EP de aire minimalista que en principio lanzó de forma independiente para venderlo en sus conciertos. En 2010, Natalia Lafourcade, una artista a la que le unen afinidades más allá de lo musical, produjo Mientras Tú Dormías…, su primer trabajo de larga duración y también el primero por el que recibió una nominación al Grammy Latino. El siguiente disco, Déjenme Llorar, traza el arco completo de una relación fallida y obtuvo dos Grammy Latino con su embriagadora mezcla de indie pop y cadencias latinas. El influjo del R&B domina el sonido de Amor Supremo (2015), que la captura como cronista íntima y visionaria al mismo tiempo. Tras la vorágine del éxito, Morrison abrió un largo paréntesis en su carrera. Tras una temporada en París y sencillos tan arrebatadores como “Ansiedad”, El Renacimiento abrió un nuevo capítulo en 2022. “Siento que estuve muerta durante mucho tiempo”, explicaba entonces a Apple Music. “Reviví y ahora estoy de regreso bajo mis propios términos y mejor que nunca”.