El decimocuarto y último álbum de la banda fue básicamente una colaboración de autores entre David Gilmour y Richard Wright. Muchos de los asuntos que aparecen en el álbum (ruptura de relaciones, distanciamiento) se consideran reflejo de la tensión vivida en el seno de la banda que, para 1994, casi se había separado en cuatro grupos distintos. Pero independientemente del descontento subyacente, The Division Bell se convirtió en una obra melancólica y emotiva, marcada por el hastío existencial. La apertura instrumental "Cluster One" pone de manifiesto la maestría del grupo en la simplificación, dándole prioridad al estilo y ánimo de la música. "What Do You Want from Me?" es un conmovedor retorno a las oscuras energías funky de The Dark Side of the Moon y el giro cósmico de "Wearing the Inside Out" alcanza cotas de sublimidad nunca vistas con las raras incursiones vocales de Richard Wright. "Take It Back" supuso la modernización del estilo articulado de la banda y cosechó grandes éxitos gracias a los místicos efectos de guitarra y las letras quiméricas de David Gilmour.