Anunciado por el propio JAY-Z como su despedida, The Black Album tiene las hechuras de un gran final. Los beats, esta vez dominados por samples de secciones de viento, está a cargo de los mejores productores del momento. Y en el apartado lírico, el neoyorquino cubre más terreno que nunca. Más allá de la impetuosa declaración de intenciones de “What More Can I Say”, hay un sentido homenajes a sus padres (“December 4th”), un encuentro con el diablo (“Lucifer”) y un triunfante guiño a Biggie Smalls en “My 1st Song”.