“La historia de la Sinfónica de San Francisco con Stravinski se remonta a Pierre Monteux”, explica Esa-Pekka Salonen. El director francés estrenó el ballet La consagración de la primavera, escrito por el compositor en París en 1913, dos décadas antes de debutar como director titular de la orquesta californiana, inspirado en los rituales de la Rusia prehistórica. “Es una bestia salvaje que no debería convertirse en un simple objeto de exhibición”, dice Salonen de la explosiva partitura, la cual ha dirigido con frecuencia desde su primera grabación de 1990. “Nunca dejaré de buscar el peligro y el glorioso primitivismo en su música”.