Solar Power

Solar Power

Solar Power, el tercer álbum de Lorde, nació de una revelación. “Crecí en la playa, en el océano, al aire libre”, dice la nueva reina del pop neozelandés a Apple Music. “Pero no entendí lo maravilloso que es el mundo natural y la cantidad de regalos que esconde para alguien como yo hasta que tuve un perro. Lo único que tenía que hacer era prestar atención para descubrir montones de cosas que no solo me levantaban el ánimo, sino que me inspiraban de verdad”. La muerte de aquel perro, Pearl, retrasó la producción del disco, pero las lecciones sobre cómo conectar con el mundo exterior que Lorde aprendió con él lo recorren de principio a fin. Encajar lo que quería expresar en el pop tenso y anguloso de Pure Heroine (2013) o el vertiginoso Melodrama (2017) parecía condenado al fracaso. Con el productor Jack Antonoff a su lado, Lorde decidió entonces abrazar la improbable paleta sonora que forman el Laurel Canyon de los 70 y el pop de los primeros años del milenio (de All Saints a Natalie Imbruglia). “Sobre el papel no tiene pies ni cabeza”, dice. “Pero estaba pensando en poder capturar la experiencia de estar al aire libre, de sentir el sol y una felicidad muy particular”. En cierto sentido, Solar Power es exactamente lo que promete, un álbum para relajarse en los días de verano. Pero, como dice Lorde, hay partes “profundas y superficiales” en el disco. Las reflexiones sobre la cultura de la fama (“California”) y la industria del bienestar (“Mood Ring”) conviven con el desgarro de contemplar la destrucción del entorno natural. No es, sin embargo, un álbum sobre el cambio climático. “Nunca tuve como objetivo llamar la atención de la gente sobre el problema”, explica. “Si no te importa, no hay nada que yo pueda hacer”. Si trata de algo, dice, es “del paso del tiempo y cómo aceptarlo. Todo mi trabajo gira alrededor de eso. Son discos en los que intento hacerme una serie de preguntas. Si después la gente se hace sus propias preguntas, es que he hecho un buen trabajo”. Aquí, Ella Yelich-O’Connor nos lleva por Solar Power, canción a canción. The Path “Fue la primera canción que escribí para el álbum, y siempre supe que lo iba a abrir. Quería poner a la gente al día nada más empezar. Aquí estoy ahora y esta es la onda. A medida que me hago mayor, me doy más cuenta de la naturaleza absurda de la vida moderna y algunas de las imágenes de la canción tienen mucho que ver con eso. También he estado pensando más en las personas que están en mi posición y la adoración que recibe alguien como yo. La idea era desmantelar todo eso y decir ‘Vamos a dejarlo aparcado esta vez y a hablar de otras cosas’. Me parecía divertido y un poco descarado afirmar ‘Lo siento, pero no, esto no trata de mí. Cambio de dirección’”. Solar Power “Es ligera como una pluma. La canción habla de ser feliz bajo el sol, que es una cosa un poco loca viniendo de mí. Pero también tiene algo extraño y oscuro en todas las imágenes de cultos y comunas. Sabía que la gente se iba a preguntar de qué coño estoy hablando. Es ligera en la superficie, pero hay mucho más por debajo”. California “California y Los Ángeles son lugares a los que tengo un cariño especial. Me parecen fascinantes, místicos y de ensueño, pero también me ponen los pelos de punta. No es donde debería estar ahora, así que los he dejado a un lado. He estado escuchando mucho a The Mamas & The Papas, que aquí son la referencia melódica. La canción tiene algo inquietante, una parte de Los Ángeles que mucha gente ha intentado capturar en el cine y en la música. Me encanta el verso sobre los chavales que hacen cola para pillar ‘lo nuevo de Supreme’. Eso de decir algo moderno que al mismo tiempo puede sonar clásico es una cosa muy mía”. Stoned at the Nail Salon “Es una de las primeras que escribimos. La imagino como una continuación de Melodrama. Mi vida es muy discreta y casera, soy como un ama de casa hippie. Un momento que se me quedó grabado fue cuando estaban celebrando los Grammy o los VMA y no conseguí verlo en el ordenador. Me sentí totalmente fuera de esa parte de mi vida. Empecé a pensar si había tomado la decisión correcta al colgar el teléfono, por decirlo de alguna manera, y quedarme en casa con mi perro y haciendo la comida. Grabamos las voces el mismo día que escribimos la canción. Por eso tiene ese aire casual y orgánico que terminó convirtiéndose en parte esencial de Solar Power”. Fallen Fruit “Estaba volando a Los Ángeles para componer con Jack, y empecé a escribirla en el avión. Las canciones que escribo en aviones siempre tienen un punto inestable y crudo, supongo que por la altitud o algo. Hasta entonces, había tenido mucho cuidado de no ponerme en plan predicadora, tipo ‘¡Hola, soy una estrella del pop y este es mi álbum sobre el cambio climático!’. Pero llegó un momento en el que pensé que estamos ante la mayor pérdida de nuestras vidas, algo que define nuestro presente y un mundo que mis hijos no van a reconocer. Disfruté mucho intentando que sonara como un lamento hippie, con un rollo muy de Laurel Canyon. Aunque al mismo tiempo la única 808 que suena en todo el disco está en el break de esta canción. La letra describe una huida a un lugar seguro en un futuro en el que nuestro mundo ha dejado de ser habitable. Me apetecía darle un aire moderno a la historia”. Secrets from a Girl (Who's Seen it All) “Aquí intento enseñarle a mi yo del pasado algunas de las cosas que he aprendido. Es una perspectiva divertida desde la que escribir. A mí me suena como una mezcla de Eurythmics y Robyn. Y después conseguimos que Robyn hiciera la parte hablada, que es increíble. He aprendido muchísimas cosas de sus canciones. Su colaboración hizo que la experiencia fuera redonda”. The Man with the Axe “Escribí el tema casi como si fuera un poema. Tenía una resaca tremenda, y creo que esa fragilidad, esa vulnerabilidad, se refleja en la canción. Es extraño, porque es bastante melancólica, pero también me parece muy acogedora. Expreso un amor y un cariño increíbles por alguien. Me suena muy personal, tanto que ni siquiera me gusta pensar en que la va a escuchar otra gente. Es solo para mí. Malay (productor estadounidense) encontró unos acordes geniales. No cambié nada del poema, salvo quizás un verso que eliminé. Es uno de los mayores logros de todo el álbum”. Dominoes “Solar Power es un disco sobre utopías, y el bienestar es una de ellas. También era una faceta clave de esa nueva era de los 60 y los 70, la Era de Acuario, esa búsqueda de algo que nos dé respuestas y nos haga sentir realizados. Creo que todo el mundo conoce a alguien más o menos así. Me reí mucho al cantar ‘‘It’s strange to see you smoking marijuana, you used to do the most cocaine of anyone I’ve ever met’ (Se me hace raro verte fumar marihuana, antes te ponías más de coca que cualquier otra persona que conozca). Todos hemos conocido a ese tío”. Big Star “El título es un guiño a Big Star, una banda que adoro. ‘Thirteen’ (del primer álbum de Big Star) tiene un aire infantil que se parece a lo que evoca esta canción. Pero también me gustaba la idea de que la gente que queremos es como si fueran famosos para nosotros. Pienso que cuando ves una foto de alguien a quien quieres, liberas las mismas sustancias químicas que cuando ves a una persona famosa. En mi corazón son personas famosas. Aunque, en realidad, es una canción sobre mi perro, que escribí cuando era un cachorro. Pensaba ‘Hostias, nunca que querido tanto en mi vida’”. Leader of a New Regime “Quería darme un poco de espacio y hacer algo más en la onda de Crosby, Stills & Nash, como preguntándome ‘¿Hacia dónde vamos ahora?’ desde un punto de vista cultural, político, medioambiental, social y espiritual. Sentía el deseo de hacer algo nuevo”. Mood Ring “Es muy satírica. Me meto en la piel de una persona que se siente totalmente perdida y desconectada del mundo moderno e intenta sentirse bien de cualquier manera posible. Me parecía que mucha gente iba a sentirse identificada. Escribirla fue divertido y complejo al mismo tiempo. Las melodías y la producción son una buena mezcla del sonido de principios de los 2000 y esa energía de la Era de Acuario. Las dos cosas tenían que estar muy presentes en la canción”. Oceanic Feeling “Sabía que iba a ser la última canción. Quería que sonara como cuando me levanto por la mañana en casa, salgo y pienso en lo que voy a hacer durante el día. ¿Voy a ir a la playa? ¿De pesca? ¿Qué va a pasar? Quería crear algo que hiciera pensar a la gente de Nueva Zelanda ‘Esta soy yo. Este es el lugar del que vengo’. Pero también estaba reflexionando sobre otras cosas. Mi hermano pequeño había tenido un accidente de tráfico con una conmoción cerebral y se sentía muy perdido y confundido. Quería decirle que todo iba a salir bien. Pensé mucho en mis padres y en la conexión profunda que tenemos con nuestra tierra. Pensaba también en mis hijos. Me encanta que termine con el verso ‘I’ll know when it’s time to take off my robes and step into the choir’ (Sabré cuando ha llegado el momento de quitarme la sotana y unirme al coro). Conecta de alguna manera con ese sentimiento inicial de ‘If you're looking for a saviour, that’s not me’ (Si buscas una salvadora, no soy yo) y la idea de que, ¿quién sabe?, a lo mejor un día ya no estaré haciendo esto. Mi música es muy singular y yo estoy en el centro. La idea de que algún día tampoco yo estaré aquí me pareció una imagen muy poderosa con la que terminar”.

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