Recuerdos

Recuerdos

Al evocar los ecos españoles de Recuerdos, el violinista Augustin Hadelich no pensó en el repertorio ibérico más exuberante, sino en conciertos de un compositor británico y otro ruso. La idea, sin embargo, es menos excéntrica de lo que podría pensarse. Benjamin Britten escribió su Concierto para violín en respuesta al estallido de la Guerra Civil y lo terminó exiliado en Estados Unidos. La exigente partitura es una de las declaraciones más pacifistas de toda su obra, y las raíces españolas son evidentes en el aire flamenco del segundo movimiento. “Reflexioné sobre la conexión española del Concierto de Britten, que a menudo se pasa por alto”, explica Hadelich. “Suelen mencionarla en los programas del concierto, pero también está presente en la música. Aun así, no sabía que este iba a ser un álbum español hasta que pensé en las piezas que iban a acompañarlo”. El Segundo concierto para violín de Prokofiev estaba en el primer lugar de la lista. Estrenada en Madrid en 1935, la obra evoca un desbordante baile campesino aderezado con castañuelas en su tramo final. La partitura comparte el influjo español con el concierto de Britten y está llena de momentos arrebatadores. “Los contrastes son enormes”, dice Hadelich. “Pasa de momentos expresionistas un poco aterradores a pasajes increíblemente líricos, cálidos e inspirados”. Después, Hadelich centró el tema del álbum con música de dos maestros españoles, la Fantasía Carmen de Sarasate y una transcripción de Recuerdos de la Alhambra, que Tárrega compuso originalmente para guitarra. “Cuando ordeno las distintas piezas de un álbum, pienso en cómo cambian al escucharlas una junto a la otra”, explica. Al grabarlas, encontró paralelismos entre nuestro tiempo y el de Britten y Prokofiev, cuando la democracia corría peligro y el conflicto global asomaba en el horizonte. “Estaban ocurriendo cosas muy alarmantes en Europa”, apunta, “y me pareció oportuno reflexionar sobre ellas”. Aquí, Hadelich nos lleva por sus Recuerdos, pieza a pieza. Fantasía Carmen “Sarasate sabía cómo aprovechar las mayores virtudes del violín en sus partituras. El fraseo que prefiero utilizar es el que más suena como la voz humana, con algunos adornos de violín. Una de mis inspiraciones fue la famosa grabación en la que Maria Callas canta “Habanera” en directo. Es algo fabuloso, no solo por lo bien que la canta, sino por lo expresiva, sugestiva y coqueta que suena, todo con un gusto impecable. Aquí, Sarasate no intenta condensar todas las melodías famosas (de la ópera de Bizet). La “Canción del toreador”, por ejemplo, no aparece. Sarasate sabía que menos es más. Comprimir una ópera en una pieza para violín habría sido puro exceso”. Concierto para violín n.º 2 en sol menor “Prokofiev tiene una conexión personal con España. En realidad, esta obra no podría ser más rusa, pero utiliza castañuelas en el último movimiento y Prokofiev escribió una parte en España, justo antes de que estallara la guerra. Tenía un talento increíble para contar historias. En este concierto no hay una narración programática como tal, pero es fácil imaginar la historia que va surgiendo de la música como un cuento de hadas. A veces pensamos en los cuentos de hadas como algo infantil, pero en realidad son extremadamente dramáticos y evocadores. Hay momentos en los que la música suena como las carcajadas de una bruja. Y Prokofiev lo consigue aprovechando todas las posibilidades de la orquesta, con las cuerdas tocando en el puente o notas muy breves y rítmicas. La obertura con el violín solo es evocadora y misteriosa, y el final es muy emocionante, una especie de montaña rusa en la que te agarras y confías en llegar a salvo a la línea de meta”. Concierto para violín en re menor “La influencia española se nota en algunos momentos de la música, en leves ecos flamencos y figuraciones muy sutiles, y en la Guerra Civil como tema central. Britten era muy joven por entonces, pero ya era un pacifista apasionado y es algo que le marcó mucho. Aunque no es una obra abiertamente programática, puede interpretarse como un reflejo de las emociones que le provocaba la guerra. La obertura parece evocar la España anterior a la guerra. Es bastante idílica hasta que una especie de militarismo se abre paso e introduce el conflicto del segundo movimiento. El tercero expresa la devastación emocional que supone asumir lo que está ocurriendo. Empieza con un pasacalle, una forma capaz de expresar tristeza y tragedia, pero también la búsqueda de esperanza”. Recuerdos de la Alhambra “Adoro Recuerdos como pieza para guitarra. Al aprender este arreglo de Ruggiero Ricci, me di cuenta de que era un epílogo muy poderoso para el concierto de Britten porque es una meditación tan hermosa que parece como si estuviera volviendo la vista a todo lo perdido. Intento tocarla con esa sensación de calma, sin prisa, para que suene realmente a meditación. No se trata de tocar las notas tan rápido como puedas, sino de encontrar la quietud que encierra. Ese es el sentimiento que busco”.

Selecciona un país o una región

África, Oriente Medio e India

Asia-Pacífico

Europa

América Latina y el Caribe

Estados Unidos y Canadá