

Tres años después del tremendo éxito del multi-platino Teenage Dream, Katy Perry presentó PRISM. El álbum inicia con un legendario “Roar”, un medio tiempo con guitarras descomunales, ritmos intensos y un estribillo épico que es imposible no intentar cantarlo en voz alta. Y como compositora principal, Perry atrae los reflectores con más autoridad que nunca.