Pet Sounds ha sido tan aclamado y analizado, tan sagrado en el canon del pop, que a veces es fácil olvidar el extraordinario impacto emocional de esta carta de despedida a la adolescencia. Casi narrativo en su arco conceptual, el álbum va de la incontenible pasión adolescente de “Wouldn’t It Be Nice?” al incierto, casi aterrador en la voz de Brian Wilson, salto al vacío de la edad adulta de la estremecedora “Caroline, No”. Entre medias, algunas de las mejores canciones de la historia del pop.