“Estoy convencido de que la mayoría de los músicos tienen ese ritmo o esa vibra dentro”, dice Dave Grohl de Foo Fighters a Apple Music sobre el pulso funk y disco que recorre el décimo LP de la banda, “pero puede que nunca hayan encontrado el momento ni el lugar de sacarlo a la luz”. Grabado antes de la pandemia que sacudió el mundo en 2020, Medicine At Midnight captura el sonido de un Grohl liberado. El rock ágil y festivo del álbum refleja la influencia de ABBA, Prince y el David Bowie de Let’s Dance, el disco que produjo Nile Rodgers en 1983 y cuyo batería, Omar Hakim, participa aquí en unos cuantos temas. Sin alejarse del todo de sus inconfundibles himnos con aroma de estadio (“Waiting On A War”) y riffs desbocados (“Love Dies Young”), la banda encuentra espacio para los cencerros (“Cloudspotter”), las llamadas a la pista de baile (“Medicine At Midnight”), y las palmas y los estribillos pegadizos (“Making A Fire”). Es una evolución que no debería sorprender a nadie. “Yo toco la batería”, dice Grohl. “Un día le expliqué a Pharrell que si escuchas Nevermind, verás que hay ritmos disco. Si llevas mucho tiempo en una banda, terminas sintiéndote cómodo en el espacio que suena familiar al público. Para perdurar, tienes que ser capaz de ir más allá y probar cosas que nunca hayas hecho”.