Shego se está divirtiendo. Maite, Raquel, Charlotte y Aroa son cuatro chicas que hacen vida en la escena musical de Madrid, se la pasan bien y se escucha. "No tiene mucho sentido si no nos divertimos. Estaba escuchando ahora el disco en los cascos por Gran Vía y, justo al llegar al portal, el disco terminó con la risa de Raquel", dice Maite Gallardo a Apple Music, vocalista y guitarrista de la banda. SUERTE, CHICA (2023) es el primer disco de Shego; un debut lleno de velocidad. Y no velocidad asociada solo al tempo de las canciones, sino una más bien cercana a la electricidad y las ráfagas. Al desahogo. Al rímel corriendo por los ojos. "Usamos mucho la frustración para escribir, la pena o emociones negativas, pero al final el disco no suena súper triste y lúgubre. De hecho, la portada es rosa. También tiene que ver con la ironía, de reírse un poco de la situación, que a veces es la única manera de sobrellevarla, no dar un grito y ya está. Se te corre el rímel cuando lloras, pero también si te ríes un montón, si vas por la calle y llueve, si te levantas de resaca… Hay muchas situaciones en las que puedes acabar así. Yo creo que el disco es un poco eso", cuenta Raquel Cerro, vocalista y guitarrista. "steak tar tar", es la destacada canción número siete, track de house que suena a pasos acelerados por Gran Vía, a auriculares con el volumen a más no poder con riesgo a que se te revienten los oídos; pero también como excusa para que nadie caminando por la calle te hable o te pida la hora. Algunas de las letras de SUERTE, CHICA se sienten como mensajes atorados y bloqueados en la garganta. Reflexiones, tareas atrasadas o situaciones incómodas que preferiste dejar para otro momento pero que fantaseamos con resolver. "Hace tanto ruido, no me sale nada. Llevo toda la semana siendo mala. Has venido a verme, me has hecho la cama. Pero por favor, no me mandes mensajes. No estoy", dice "siendo mala"; canción que abre el disco. Pinceladas de desahogo con Fenders distorsionadas. Shego tiene una vena pop innegable. Su propuesta es punk, con licencia para degustar códigos o tendencias de la música popular y así transformarlas en cualquier género o tipo de canción que estén explorando. "Tendemos a equilibrarnos mucho. Cuando nos ponemos en un lugar súper rock o súper oscuro, hay un momento en que pensamos 'qué podemos meterle a esto para que no suene tan así'. Y cuando nos ponemos súper pop y súper piruleta dulce, decimos 'oye, esto necesita un poco de caña'. Estamos todo el rato balanceando. Por eso suena como pop", cuenta entre risas Aroa, baterista de Shego. En "estoy cachonda", citan una frase clave para entender al año 2018: "Estoy brillando con highlighter, ¿no lo ves?", parte de "Brillo", de J Balvin y Rosalía, solo que sumándole guitarras y bajos más cercanos al año 2001 y al Is This It de The Strokes. "Al final, es un recurso, un poco como un meme. Dentro del lenguaje coloquial de la gente de nuestra edad, está muy presente lo de usar frases de otros, en Twitter, por ejemplo. Es un lenguaje común y también ocurre en las canciones. También es otra forma de que el público conecte con cosas que están pasando en la cultura popular, que conecte con ellas y que empatice", reflexiona Raquel. "Nosotras no sampleamos estrictamente, pero decimos 'esta guitarra vamos a hacerla súper Strokes'. Nos reímos de nosotras mismas y a la vez estamos homenajeando a grupos que nos gustan", concluye Aroa.