“En ese entonces éramos muchachos muy inquietos, que queríamos llevar a cabo ideas, plasmar ciertas inquietudes musicales”, dice Oswaldo “Walo” Silvas, vocalista y miembro fundador de la Banda MS, a Apple Music. Desde ese primer momento en que 10 músicos formados en cantinas y marisquerías del malecón de Mazatlán decidieron formar una de las bandas sinaloenses más relevantes de la historia, han pasado ya 20 años. No sólo hablamos de sus momentos más exóticos, colaborando con Snoop Dogg o haciendo un tema que habla de migración, sino también desde su misión más simple y a la vez más celebrada: la de hacer de la banda un contenido pop para las masas. Así, llegan a su vigésimo aniversario regrabando uno de sus álbumes insignia, La Raza Contenta, al cual le agregaron nuevos tracks para editarlo en su disco celebratorio 20 años de Banda MS. Platicamos con Oswaldo “Walo” Silvas sobre este disco y sobre el festejo de dos décadas de la Banda más Taquillera. A continuación, lo que nos dijo. ¿Cómo recuerdas los inicios de la Banda MS? Llévanos a ese Mazatlán en 2003. ¿Qué estaba pasando en tu vida y cómo decidieron formar la banda? En un principio, éramos 10 personas que tuvimos la idea de iniciar este proyecto. Fue en 2002, cuando cada quien estaba en su agrupación, que coincidimos en Mazatlán y platicamos sobre hacer un proyecto nuevo, sobre hacer una banda, que no era muy común que una banda saliera así nomás. Siempre eran bandas constituidas por un dueño, por ejemplo, El Recodo de Cruz Lizárraga, La Original Banda el Limón de Salvador Lizárraga, la Arrolladora de René Camacho, la Costeña de Ramón López Alvarado, etc. Siempre fue la tradición. Todos los músicos soñamos con un día estar en una de esas bandas, pero nunca sin la inquietud de hacer algo nuestro. Empezamos literalmente desde lo más bajo que puede haber en el ambiente musical de la banda, que es andar de cantina en cantina, de restaurante en restaurante, por las calles, en la playa, en el malecón, buscando clientes. ¿Cuál consideras que es el rol de la Banda MS en la música mexicana actual? Muy buena pregunta, porque nunca hemos intentado etiquetarnos o darnos una importancia que quizás la gente no nos ha dado. Más bien, el papel que nos encantaría tomar es el de apostar a la calidad artística, a la calidad en temáticas, en letras. Por supuesto que somos una banda versátil y de repente hay temáticas de todo tipo, pero también tenemos la intención de llevar música con mensaje, música con impacto. Por eso también en el repertorio se suman canciones como “¿Cuáles Fronteras?”, como “La Casita”. Temas con los que, de una u otra forma, intentamos impactar también en el ámbito cultural, racial, del idioma, de las fronteras, de todo ese tipo de asuntos. Por ejemplo, lo que se hizo con Snoop Dogg, donde tratamos de unir tres culturas… como se hizo también ese crossover con Becky G. Creo que cuando vas más allá de lo musical e intentas impactar en otras áreas, te puedes ganar un lugar digno dentro de la música. Son una de las primeras bandas que se atrevió a salir de la caja para probar el crossover al pop, a la balada, a invitar a un rapero anglosajón a la música mexicana. ¿Cómo se dio esa evolución? No ha sido sencillo porque vivimos en una ciudad, un puerto, donde a la fecha tenemos aproximadamente 510,000 habitantes; es pequeño el lugar. Y acá nacemos con la música de banda en las venas. Aquí lo primero que escuchas al nacer es un tamborazo y una tuba. Entonces, de repente el pensar no solamente en evolucionar, sino revolucionar, pues es un conflicto hasta para ti mismo. Hasta tú mismo a veces piensas, “Híjole, ¿qué estoy haciendo?”. Creo que la idea es poder evolucionar un género o llevar un género hasta lugares que nunca ha llegado. Y para eso es muy importante el poder hacer todo este tipo de mezclas, todo este tipo de intercambios musicales. Celebrando su 20.º aniversario decidieron regrabar uno de sus primeros discos, La raza contenta, que es casi enteramente de corridos. ¿De dónde vino la decisión? ¿Cómo decidieron qué otras canciones se iban a agregar? Bueno, las canciones de este disco se grabaron hace aproximadamente más de 15 años. Yo creo que fue el tercer disco de Banda MS, donde grabamos sólo corridos. Fue una época de incertidumbre y de no saber qué iba a pasar. Empezamos a hacer eventos después de estar en marisquerías, restaurantes y cantinas. Este disco empezamos, literalmente, a regalarlo en las calles, en los taxis, en el transporte público. Más que un regalo para la gente, es un autorregalo para nosotros. Lo regrabamos y le metimos por ahí otras canciones que no están en el original, pero que nos piden mucho. ¿Qué otra cosa ves en el horizonte futuro de la Banda MS? ¿Qué imaginas para sus siguientes 20 años? Afortunadamente el ser humano tiene la capacidad de nunca dejar de soñar y siempre hay cosas que quisiera lograr. A veces parecen sueños guajiros, pero de repente te das cuenta de que no hay nada imposible, no en la música al menos. Hay escenarios que nos encantaría poder visitar, colaboraciones que tal vez podríamos hacer algún día también. Pero, sobre todo, creo que el sueño más grande es consolidarnos, aunque más bien la palabra es consagrarnos. Es una palabra muy fuerte, va mucho más allá del éxito, va mucho más allá de la popularidad. Consagrarte es llegar al corazón del público, quedarte ahí y no salir jamás. Y creo que estamos trabajando para eso. Ojalá que la vida, Dios y la gente nos puedan permitir eso.