Life Is Yours

Life Is Yours

Yannis Philippakis no cree que Foals vuelvan a grabar un álbum como Life Is Yours. Tras las extensas búsquedas por el rock de las dos partes de Everything Not Saved Will Be Lost en 2019, su séptimo álbum es producto de las circunstancias en las que nació, en medio de una serie de angustiosos confinamientos durante los que la banda soñaba con noches perdidas y las giras que no podían hacer. Eran días en los que todo el mundo estaba desesperado por salir de casa, pero solo Foals supieron convertirlo en el álbum más efervescente y bailable de su carrera. “No nos imagino haciendo un trabajo tan animado, optimista, enérgico y sencillo como este nunca más”, dice el cantante y guitarrista Yannis Philippakis a Apple Music. Algo que no suena extraño viniendo del trío londinense, que nunca ha sentido la tentación de hacer lo mismo dos veces. “Todo el mundo nos pregunta por qué cambiamos tanto de sonido entre álbum y álbum”, dice el guitarrista y teclista Jimmy Smith. “Lo que ocurre es que pasan tres años, en la música y en tu vida, y ya no eres la misma persona”. Lo que distingue a Foals como una de las bandas de guitarras más importante de su generación es que nunca ha dejado de sonar a sí misma. Lleven donde lleven su sonido, la voz de Philippakis siempre mezcla desafío y melancolía, las guitarras planean en tensión sobre el enjambre de sintetizadores y la batería de Jack Bevan marca el compás en la sala de máquinas. Los ritmos de Life Is Yours están hechos para bailar, pero una escucha más profunda revela el tono contemplativo de Philippakis. “Es un álbum positivo y divertido, pero el consejo del título (La vida es tuya) va en serio”, dice. “Está pensado como un antídoto contra la depresión. En todas las grabaciones, buscamos un equilibrio entre los distintos niveles de melancolía”. Aquí, la mezcla es simplemente perfecta. En muchos sentidos, Life Is Yours suena a una recopilación de los mejores momentos de Foals. Philippakis y Smith nos llevan por cada de una de sus canciones. Life Is Yours Yannis Philippakis: “Lo que ocurre en la estrofa entre la voz, la parte de teclado, el ritmo y la línea de bajo se convirtió en el ADN del álbum, en el plan de acción. Era la parte que más me gustaba. La canción salió como una extensión de ‘Wake Me Up’ (la siguiente). Estábamos tocando sin mayores pretensiones y Jimmy empezó con esa línea de teclado. Al día siguiente, decidí que teníamos que dividirla en dos. La letra está ambientada en la costa que va de Seattle a Vancouver, de donde es mi pareja, y habla de las conversaciones que se dan en la intimidad de los viajes en coche por el Noroeste del Pacífico”. Wake Me Up Jimmy Smith: “Siempre hay dudas a la hora de elegir la primera canción que sacamos, pero esta es la que tenía más impacto inmediato”. YP: “Y es la más grandilocuente. El mensaje, la inmediatez del ritmo y lo directas que son las partes instrumentales son como una llamada a la acción. Sirve para demarcar la nueva era de la banda y suena al tipo de canción que debería salir después de una pandemia. Suena desafiante y enérgica, no introspectiva. Normalmente, las primeras canciones que sacamos son las que más pueden descolocar a la gente. Quizás esta también lo hizo de alguna manera, pero también te da una idea de lo que está por venir”. 2am YP: “Empezó como una cosa más melancólica cuando estaba trasteando con el teclado una noche en lo peor del confinamiento. Echaba de menos los bares, el potencial que la vida nocturna te da para cometer errores, tomar la decisión equivocada, actuar a lo loco y despertarte en un sitio muy distinto al que imaginabas cuando saliste de casa. El tipo de opciones infinitas que se dan cuando sales en condiciones. Cuando empezamos a grabar con Dan Carey, giró en una dirección más pop y expansiva”. JS: “Había una versión más nocturna y vaporosa que nos gustaba a todos, pero, en cuanto escuchamos la de Dan Carey, la nuestra nos sonó increíblemente lenta y aburrida”. 2001 YP: “Esta es la canción que más ganó con A.K. Paul (productor). Es casi una colaboración con él, que tocó el bajo y escribió la línea de bajo del estribillo. Me recuerda a The Rapture y ‘House of Jealous Lovers’. La letra habla de la frustración de la gente durante el confinamiento. Me hizo pensar en cuando era un adolescente y me frustraba tener que estar metido en casa y no ser autónomo, y en cómo la solución para eso es un fin de semana loco en la costa. En parte, es una mirada a la época en la que nos mudamos a Brighton (en 2001) y la emoción de irnos de Oxford para vivir todos juntos en una casa por primera vez. Fue una época increíble para el grupo y la escena musical en general”. (summer sky) YP: “Surgió tocando con A. K. Paul. Hacía mucho tiempo que queríamos trabajar con él. Venimos de dos mundos muy diferentes y por eso fue una colaboración tan productiva”. JS: “Todo lo que hizo fue increíble. Tuvo que terminar quitando buena parte de lo que había hecho, pero fue muy especial. Nos sentamos en un sofá a mirar cómo utilizaba su cerebro privilegiado para mejorar la canción”. Flutter YP: “Estaba haciendo un loop con la guitarra y la parte de la voz salió muy rápido. La estuvimos tocando una y otra vez, con Jack fijo en un beat, y de ahí salió el riff. Todo estuvo más o menos terminado en unas horas. No queríamos trabajarla más, sino que fuera sencilla y capturara el momento”. Looking High JS: “Esta es una de las que empecé yo. Era un experimento con una guitarra muy, muy sencilla y una estructura pop, una simple secuencia de dos acordes con una caja de ritmos en la que programé el beat de Wu-Tang Clan en ‘Protect Ya Neck’. Todo encajó rápidamente y Yannis añadió los momentos más reflexivos y dance en las bajadas. Cuando la escucho, me suena a ese momento de los conciertos en el que te pierdes en la música, pero de repente vuelves a la estrofa y es algo completamente distinto. Me gusta mucho la forma tan limpia de ese vaivén”. Under The Radar JS: “Surgió en el local de ensayo cuando estábamos componiendo. Hay unas cuantas canciones en el álbum que escribimos en el momento, sin tener nada previo”. YP: “Seguramente, el 30 por ciento de nuestras canciones salen de jams, pero es algo que siempre hacemos cuando tenemos una idea. Nadie llega nunca con una canción terminada, en plan ‘aquí está, vamos a aprendérnosla’. Intentamos que fuera lo más sencilla posible. Es bastante diferente a lo que solemos hacer, un poco new wave. No se parece a nada que hayamos escrito antes”. Crest of the Wave YP: “Esta viene de una sesión de grabación que hicimos en 2012 o por ahí con Jono Ma de Jagwar Ma. Era una cosa muy dulzona y pegajosa que titulamos ‘Isaac’, pero la dejamos aparcada porque no encontraba la voz adecuada. Esta vez lo conseguí. Entre la nueva línea de bajo y las voces, pasó algo que nos hizo dar con la tecla. Me suena como una hermana de ‘Miami’ (su single de 2010), porque también está ambientada en Santa Lucía. Hay cierta melancolía y un sentimiento agridulce de rechazo. Es idílica y melancólica al mismo tiempo, con mucha humedad en el aire y lágrimas”. The Sound YP: “Normalmente, no hacemos eso de poner un tema clásico y optimista en el penúltimo lugar. Esta es nuestra versión más electrónica y de club. La inspiración vino de Caribou, ese rollo un poco sucio y polvoriento, con chisporroteos y un punto salvaje. Me gusta que haya una parte de guitarra que suena a África occidental y contrasta con el sonido discotequero de los sintetizadores. Me divertí mucho grabando las voces. Quería meter capas y capas de fragmentos de letra con un enfoque un poco parecido al de Karl Hyde (Underworld)”. Wild Green JS: “El álbum termina de forma muy orgánica, casi como si se derrumbara. Me gusta cómo pasa directamente al sonido ambiente del estudio. Surgió todo con bastante naturalidad”. YP: “Trata de los ciclos de la vida, de la esperanza de la primavera y la regeneración. Los versos de la primera mitad de la canción hablan de querer acurrucarse en una esquina y esperar a que vuelva la primavera. Al llegar a la segunda parte, la primavera ha terminado y lo que queda es la retirada, la despedida y la muerte. No de una forma oscura, sino más como el paso de un estado a otro. Es sobre el paso del tiempo. Por eso es una buena canción para cerrar el álbum. De una manera velada, está diciendo adiós a quien nos escucha”.

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