Las ocho canciones reunidas aquí, en el primer disco de Itoiz, son una tremenda experiencia que te lleva a las raíces del pop y brilla en sus fusiones perfectamente logradas. Resulta difícil creer que se publicó a mediados de los 70, en euskera, acompañado de flautas y guitarras acústicas. ¿Será que tal vez y sin darse cuenta, Itoiz definió con este álbum el rock-pop tal y como nos gusta ahora?