It'll All Make Sense In The End

It'll All Make Sense In The End

“Me suena raro hablar de este como de mi álbum adulto”, dice James Arthur a Apple Music. “Tengo treinta y tantos años, pero mis discos anteriores hablaban de un montón de cosas distintas, mientras que muchas de estas canciones vienen del mismo lugar. Me siento un poco confundido, como si mi vida estuviera en una especie de limbo”. El cuarto álbum del cantautor de Middlesbrough tiene su origen en la primavera de 2020, después de que una operación de vesícula de urgencia interrumpiera su gira europea en enero. Aunque se recuperó a tiempo para las fechas en estadios del Reino Unido e Irlanda, la pandemia volvió a levantar las barreras y dejó a Arthur en casa, sin otra compañía que la ansiedad que el COVID alimentó en muchos de nosotros. “Junto a mis problemas de salud físicos surgieron de nuevo otros que eran mentales”, explica. “Estaba en un espacio mental extraño, como anestesiado”. Finalmente, encontró su centro de gravedad en su estudio casero de Surrey. Allí se aisló para escribir canciones durante tres prolíficos meses. “Tengo un poco de TDAH y mi capacidad de atención sube y baja”, dice. “La música siempre ha sido algo en lo que concentrarme y a lo que conectarme. Una vez que me meto, aguanto el tiempo que sea, horas y horas. Este álbum es el resultado de eso. Soy yo diciéndome a mí mismo que si no me meto en esto hasta el fondo, me voy a tirar por la ventana, por oscuro que suene”. Esa catarsis creativa aparece destilada en 14 canciones que plasman sus reflexiones vitales sobre un sonido más diverso que nunca, revitalizado por su conexión con el hip-hop, el pop punk y el post-hardcore. “Me siento muy agradecido por el álbum”, dice. “Me estabilizó y me aportó una nueva energía. Si te interesa de dónde vengo y a dónde voy, este es el disco más personal que he hecho”. Aquí, nos lleva por su viaje, canción a canción. “Running Away” “‘I wanna smoke ’til I can’t wake up’ (Quiero fumar hasta que no me pueda despertar). Así estaba, automedicándome otra vez. Desde que era pequeño, he tenido cierta tendencia a chocar con lo mismo. Después de una temporada de terapia, me di cuenta de que venía de traumas infantiles, de momentos clave de mi vida que me hacían chocar con lo mismo una y otra vez. La terapia no funcionaba, y fumar porros toda la noche tampoco. Entonces llamé a mi vieja amiga la música y vino a salvarme una vez más, simplemente metiéndome en el estudio o cogiendo la guitarra. Aquí hablo con mucha honestidad de cosas como que he tomado un montón de malas decisiones y he cantado canciones en las que no creía. Hasta que yo mismo escribía, las escribía para otra gente y no para mí mismo. Este es el álbum en el que todo se fundió en uno”. “Wolves” “La percusión trap y la guitarra a medio tiempo del estribillo tienen mucha pegada, un poco como si mezclaras a Taking Back Sunday con Post Malone. Es una buena indicación de lo que estoy intentando expresar musicalmente con el álbum. Claramente, aquí estoy dando consejos a mi yo del pasado y a gente con problemas que he conocido en el negocio. La idea es que todo encajará al final. Si pudiera decirme algo a mí mismo de joven sería ‘No te preocupes demasiado, no seas tan ansioso. Solo mira la vida de frente y todo terminará en su sitio si te mantienes fiel a ti mismo’”. “Medicine” “Estaba habla del amor sobre la adversidad, de buscar las cosas positivas en un momento oscuro. La escribí con Yami Bell, que es una parte fundamental de este disco y me ayudó a pillar esa vibra trapera. También Red Triangle, que se ocuparon de la producción. Ninguno habíamos estado con otra gente en el mismo espacio en meses, y teníamos un montón de energía creativa contenida que salió de golpe. Fue una sensación gloriosa”. “September” “Uno de los objetivos que tenía con el álbum era mantener las canciones clásicas que la gente que espera de mí, esas historias. Pero queríamos vestirlas de otra manera. La producción aquí tiene un rollo como de Springsteen en las guitarras, y la voz es un poco más áspera de lo habitual. Si la llevas a una guitarra acústica con arpegios y tal, podía sonar como ‘Falling Like the Stars’, ‘Say You Won’t Let Go’ y otras cosas que ya he hecho, pero este es mi cuarto álbum y lo último que quiero ser es predecible”. “Always” “Llegué a un punto con mis canciones en el que sentía que debería ofrecer mi hombro a otras personas que han pasado por las mismas cosas que yo. Y, otra vez, ofrecerle el hombro a mi yo del pasado. Una relación me salvó la vida, y he tenido a alguien que estaba ahí cuando lo necesitaba. He tenido mucha suerte con eso. Esta es como una prima de ‘Medicine’ en el sentido de que es una celebración de la gente que me ha querido”. “Emily” “Un día llegué al estudio pensando en que ser padre era una posibilidad real en ese momento. Al final no ocurrió, pero podía haber pasado y me daba bastante miedo. Me preguntaba qué tipo de padre iba a ser y qué pasaría si mi hijo o hija leyera ciertas cosas y descubriera algunos de mis comportamientos del pasado. Hubo una época en la que era bastante calavera. Quiero ser un buen padre y un buen modelo. Esa idea me dio un montón de material con el que trabajar. Emily es el nombre en el que siempre había pensado para mi posible hija. Son el tipo de conversaciones que tienes con tu pareja. Emily Arthur me parecía un nombre bastante molón”. “Last of the Whiskey” “Con esta me divertí mucho. En realidad, es pura escritura automática, una cosa muy expresiva en la que apenas hay producción. Está todo en la voz y la conversación. Me suena a la última noche loca que pasaste con alguien. Es muy visceral”. “Never Let You Go” “Esta salió de forma inesperada muy al final de todo el proceso. Fue un día de trabajo rápido con TMS (equipo de compositores y productores), que son la gente con más hits en el Reino Unido. Corey Sanders, que también escribió la canción conmigo, le dio un toque más folk a la sesión. Al principio, cuando hicimos el estribillo, parecía que iba a ser la típica canción acústica de desamor, pero después empecé a cantar las estrofas con un flow como de hip-hop. Fue la más difícil de armar y ahora destaca porque tiene una vena más experimental”. “4000 Miles” “Me gustó escribir desde el ángulo de quien habla sobre los amigos de la gente, se repite unas cuantas veces en el álbum. Hoy, a la gente le importa muchísimo las opiniones y sentirse validada, y esta es una mentalidad que yo nunca he tenido. Me gusta la honestidad de versos como ‘I don’t want to knock about with your placebo friends’ (No quiero andar con tus amigos placebo). En lo que a mí respecta, son todos de mentira”. “Deja Vu” “Mis respetos a Ben Jones, que es uno de los mejores guitarristas del mundo. Ahí no tengo ningún mérito. Lo clavó del todo. En muchas de estas canciones, la segunda estrofa es completamente distinta a la primera, que suele ser más en plan cantautor. Después la idea es preguntarse cómo haría la segunda estrofa un rapero o un trapero, alguien como Travis Scott, Post Malone o Young Thug. Yo la abordé imaginando que era el colaborador de mi propia canción. Fue muy divertido y me ha abierto un montón de puertas”. “Ride” “Evoca un montón de imágenes de coches, humo y ese tipo de cosas. Seguramente es la canción en la que más rapeo, o al menos la que tiene una estrofa de rap. En las demás hay estrofas rapeadas, pero en realidad son pop líricamente hablando. Las rimas no son demasiado profundas y se centran más en el flow y la melodía. En esta la parte rapeada está más planeada y surge de un lugar bastante frío. Me inspiré un poco en Drake en la primera estrofa”. “Avalanche” “Estábamos en una sesión y me puse a cantar el estribillo en plan de coña, pero le gustó a todo el mundo y decidimos construir algo a partir de ahí. Al final, terminó teniendo un rollo como de un unplugged de los Goo Goo Dolls o los Foo Fighters. Jugamos con la idea de que sonara más a trap, como el resto del álbum, pero así le da un poco más de variedad al viaje”. “SOS” “La melodía del estribillo y buena parte de la letra se me ocurrieron de repente y empecé a cantarla en la sala. La idea era que fuera lo más intensa posible, lo más auténtica posible. Es lo único que quería. La canción habla de alguien que se siente roto, que es el punto en el que yo estaba en mi vida. Me sentía un poco roto, un poco traicionado, un poco decepcionado, un poco indiferente a todo. De alguna manera, es una canción de rendición”. “Take It or Leave It” “Lo que digo aquí es ‘Estoy roto. Siento que las puertas se están cerrando. Esto es el final, estoy dejando la música de alguna forma. Ni siquiera sé si quiero seguir jugando a esto. No me hace sentir como antes’. Pero la parte verdaderamente confesional de la canción llega en el puente del último estribillo, cuando canto ‘It’ll all make sense in the end’ (Todo tendrá sentido al final). Me pareció la forma perfecta de terminar el álbum. Quiero que ese verso te pille justo al final y te ponga la piel de gallina, que te haga sentir que ahora lo entiendes todo. Resuelve el viaje y lo termina de manera bastante orgánica”.

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