Aunque ya habían grabado dos álbumes juntos, Al Green y el productor Willie Mitchell dieron con la fórmula mágica del nuevo soul de Memphis en el apoteósico Let’s Stay Together. El clásico que le da título es el punto de referencia ineludible, pero el álbum está repleto de arrebatadores momentos de éxtasis, quizás ninguno mayor que “How Can You Mend a Broken Heart”, en la que Green transforma el lamento de un corazón roto de los hermanos Gibb en una triunfal epopeya de redención.