El tercer álbum de Kesha, Rainbow, se publicó en 2017 y llegó cargado de bagaje. Era su primer proyecto tras el pleito con su exproductor, Dr. Luke, y las subsiguientes implicaciones legales, y se anunció como una valiente y catártica declaración de intenciones que poco tenía que ver con el pop bailable y despreocupado con el que la artista se había hecho un nombre. Dos años después, las quince canciones descaradas y de estilos tan variados que componen High Road son el resultado de haberse quitado ese peso de encima. “Intenté hacerlo con la menor presión posible porque siento que, hasta ahora, la mía había sido una carrera contrarreloj”, le cuenta a Apple Music. “No sabía qué estilo ni qué sonido buscaba, solo sabía que quería trabajar sin fecha de entrega y ver qué pasaba". A continuación, Kesha nos cuenta las historias que hay detrás de algunos de sus temas favoritos de High Road. Tonight “Cuando empecé a trabajar en este disco, no estaba muy segura sobre cuán sincera podría ser acerca de quién soy y en qué momento de mi vida me encuentro. No quería quitarle importancia a lo que me había pasado publicando canciones sobre salir de marcha y divertirme. Me ha costado darme cuenta de que no tengo por qué ser tan infeliz. Esta canción parece una balada y de repente empiezo a despotricar, algo que fue la quintaesencia de mi primer disco, pero que quise evitar en Rainbow. Es un disco para mis fans que estuvieron a mi lado mientras pasaba por toda esa mierda. Quiero que sepan que he vuelto, que quiero pasarlo genial esta noche. Es lo que quería para abrir el disco”. Resentment (feat. Brian Wilson & Sturgill Simpson & Wrabel) “Todavía no puedo creer que haya podido contar con Sturgill, Brian y Wrabel para este tema. ¿Cómo sucedió? No tengo ni idea. Supongo que Dios o quien sea estuvo de mi lado. Para mí fue una alineación soñada, porque ni en un millón de años me habría imaginado que juntos fuéramos a sonar tan bien. Creo que Pet Sounds es uno de los discos más influyentes de todos los tiempos. Ese álbum cambió para siempre la música pop y Brian Wilson siempre encabezó mi lista de colaboradores de ensueño. No sabía si a él le gustaría participar en un tema más animado o más tranquilo, pero finalmente eligió este. El simple hecho de que sepa que existo como ser humano ya me parece una locura. A Sturgill lo recogí y prácticamente secuestré ese mismo día. Metió su guitarra en mi coche y me lo llevé a ver Lords of Chaos, una peli sobre el black metal noruego. Es un tío bastante inescrutable, así que no sé si lo traumaticé por completo llevándolo a ver aquella película cargada de sangre y tripas. Creo que el mayor cumplido que un artista le puede hacer a otro es colaborar con él, es una muestra de respeto mutuo”. My Own Dance “Esta fue la primera canción pop que compuse para High Road. En ella hablo conmigo misma sobre las expectativas que tengo para este disco, las que creo que tiene la gente y la inquietud que me produce componer y grabar una canción pop. ¿Por qué privarme a mí misma de algo que me gusta tanto? Si eso me convierte en una cursi me da igual porque estoy haciendo lo que me hace feliz. No quiero ser popular si implica que no puedo escribir música pop”. High Road “Evidentemente, esta tiene doble sentido. Creo que después de ‘Praying’, la gente esperaba que me convirtiera en una santa y que eligiera el buen camino, pero esta canción dice precisamente lo contrario. Habla de que antes me molestaba que la gente hablara mal de mí o se metiera en mi vida, sobre todo en este momento en el que te crucifican en cuanto dices algo inapropiado. Digo, ‘Voy a drogarme y me voy a reír porque esto es ridículo’. Estas cosas me provocaban mucha ansiedad, pero ahora puedo fumar un poco de hierba, reírme y no perder ni un segundo con las gilipolleces que diga la gente”. Father Daughter Dance “Nunca me había sentado a escribir una canción sobre lo que significó para mí crecer sin un padre. En ese momento estaba con gente que me conocía bien y con la que me sentía muy cómoda y la canción empezó a fluir. Eso abrió una especie de compuerta inconsciente, porque yo no sabía que albergara esos sentimientos. Escribir sobre algo así te hace sentir muy vulnerable, porque ahí hay vergüenza, culpa, tristeza, resentimiento… Un montón de preguntas que están escondidas en tu cabeza cuando creces en mi situación. No tenía intención de incluirla en el disco, pero se la puse a un par de personas y me insistieron en que ser una mujer fuerte no significa que tengas que serlo todo el tiempo. No quiero quitarle mérito a mi madre ni a cómo me crio, porque siempre he tenido muchísimo respeto por las madres solteras que deciden criar a sus hijos e hijas sin un hombre a su lado”. Raising Hell (feat. Big Freedia) “Conocí a Big Freedia en uno de mis cruceros. Nunca había estado en uno y me vi metida en aquella especie de festival musical en el océano. Montamos un escándalo tremendo porque no teníamos límites de sonido ni de tiempo. Todos lo pasamos como nunca, comportándonos tal y como somos y preocupándonos por los demás. Había gente quitándose la ropa, en pelotas. Fue como estar en una isla mágica durante cuatro días. Tras ver la actuación de Big Freedia, quise colaborar con ella porque me pareció muy inspiradora. La espiritualidad no tendría que ser exclusiva. No tendría que haber requisitos para amar o no amar a personas de un determinado sexo y poder ir al cielo o lograr la felicidad eterna. Yo encuentro la salvación a través de la compañía, apoyando a la gente que es positiva y viviendo la vida con amor. Lo cual no significa que no te puedas desnudar, emborracharte y celebrar una fiesta salvaje. Crecí muy desconectada del rollo espiritual y religioso. Con esta canción he querido mostrar mi agradecimiento a aquel crucero, porque me lo pasé de miedo”.