For All The Dogs

For All The Dogs

En los días más abrasadores del verano de 2023, Drake hizo una de esas cosas que definen su personalidad artística. Justo antes de salir de gira, anunció que había escrito un libro de poemas titulado Titles Ruin Everything (Los títulos lo arruinan todo), con anuncios en prensa y un código QR que desvelaba el siguiente mensaje: “Hice un álbum para acompañar el libro. Dicen que echan de menos al viejo Drake. Chica, no me tientes. PARA TODOS LOS PERROS”. Lo del “viejo Drake”, como saben sus fans, es una referencia a “Headlines”, una canción de sus inicios, cuando el Champagne Papi estaba dejando de ser una curiosidad canadiense para convertirse en estrella global. El viejo Drake era un antiguo actor infantil que venía desde abajo, contaba con Lil Wayne como padrino y mezclaba hip-hop y R&B de una manera que cambiaría las vidas de ambos para siempre. ¿Y el nuevo Drake? Tiene 36 años, es padre y puede atribuirse un porcentaje no despreciable del turismo que llega anualmente a Toronto. Ahora, con “Slime You Out”, está a un single de igualar a Michael Jackson como artista con más números uno de todos los tiempos. Si hay algo en lo que el viejo y el nuevo Drake están de acuerdo es en grabar álbumes de hora y media que conquistan las listas y al mismo tiempo hacen de la mezquindad un arte. Y, hablando de bellas artes, la ilustración de la portada es obra de su hijo Adonis, de cinco años. Drizzy ha pasado por muchas fases durante sus 15 años en la cima del hip-hop, del grime y el drill más inhóspitos a los himnos dance para bailar en noches locas. For All The Dogs, su octavo álbum de estudio, está más próximo a Take Care, el trabajo que lo convirtió en una estrella en 2011 con sus canciones de ritmo exuberante y colaboraciones VIP. La diferencia es que en lugar de llamar a sus ex cuando ha bebido, cosa que aún hace de vez en cuando, digamos que ahora prefiere estar con sus perros. El hilo conductor que une el álbum es un programa nocturno de la radio local, BARK Radio, en directo desde Chapel Hill, por cuyos micrófonos pasan Teezo Touchdown, su admiradísima Sade y los ladridos ocasionales de sus perros. El resultado es un suntuoso muestrario de trucos clásicos de Drake que empieza con el falso tono de superioridad de “Virginia Beach”. No faltan homenajes a Houston en “Screw The World”, el new jack swing de “Amen” y la sedosa “Bahamas Promises”, que comienza con unos versos que solo podrían nacer de su él: “Broken pinkie promises/You fucked up our Bahamas trip” (Promesas de meñique rotas/Jodiste nuestro viaje a las Bahamas)”. Se ríe de los raperos más aborregados con J. Cole en “First Person Shooter” y sigue los consejos sentimentales de Future en “What Would Pluto Do”. En “BBL Love”, firma un clásico para el futuro museo de Drake con versos inmortales: “They say love’s like a BBL, you won’t know if it’s real until you feel one” (Dicen que el amor es como un culo operado, no sabes si es real hasta que lo sientes). Por supuesto, no es un verdadero álbum de Drake hasta que llegas a la canción con el nombre de ciudad y la hora. En “8am in Charlotte”, Drake dirige las operaciones sobre el boom-bap de Conductor Williams, rompe con sus amantes en restaurantes de cinco estrellas y dispara ráfagas líricas que resultan sencillas de imaginar en Las Vegas dentro 20 años. En el vídeo, el rapero más exitoso de su generación usa una sudadera estampada con las palabras “HATE SURVIVOR” (SUPERVIVIENTE DEL ODIO). No cambies nunca, Drake.

Otras versiones

Selecciona un país o una región

África, Oriente Medio e India

Asia-Pacífico

Europa

América Latina y el Caribe

Estados Unidos y Canadá