Aleman, uno de los referentes básicos de la nueva escena urbana, vuelve con un disco en el que demuestra su brillante ambición conceptual. Las canciones se dividen en dos mitades, dedicadas al día y la noche. La primera parte, marcada por el G-Funk californiano y el hip-hop de los 90, es una explosión de rimas afiladas, aligeradas por singulares interludios. La mitad nocturna se mueve entre ritmos crepusculares, melodías turbias y un sonido de raíz urbana. Para finalizar el álbum, nos presenta Eterno, una canción especial dejada aparte. Eclipse, en el que colaboran invitados tan diversos como C. Tangana o Kidd Keo, suena ya a clásico inmediato.