Con la ayuda de Andrew Weiss, productor de Ween, el sonido de los argentinos Babasónicos en este tercer álbum experimenta niveles distintos con guiños a la psicodelia. Se puede ver en temas como “Zumba” o “Su Majestad”. El rock duro sigue en “Su Ciervo” e incluso incrementan la bossa nova en “Perfume Casino”, atreviéndose además con temas instrumentales. La voz de Adrián Dárgelos, la guitarra de Mariano Roger y el bajo de Gabo Manelli capitanean la nave en este disco de 1996, el más arriesgado y atemporal de su carrera.