Creador de una prolífica discografía, Gerardo Ortiz mantiene una relación estrecha con la inspiración. Fiel a su título, No Tengo Rival vibra con el mismo sentimiento de urgencia que marcó a temas como “Aquiles Afirmo”, la declaración de principios con la que Ortiz revolucionó la música mexicana allá por 2011. Desde entonces su sonido ha evolucionado, siempre interesado en experimentar con arreglos inusuales y sutiles combinaciones instrumentales. “Modo Crudo” les rinde tributo a las raíces de la banda sinaloense con un extraordinario arreglo de vientos, mientras que las armonías vocales en “Destapando Botellitas” evocan un clima contagioso de alegría veraniega. Ortiz ignora a sus rivales en “Los Envidiosos” y le agrega punzantes acentos de bajo eléctrico a “Listos Pa la Guerra”, una meditación filosófica sobre la necesidad de trabajar duro para alcanzar el triunfo. No Tengo Rival lo encuentra en un inmejorable nivel artístico.