Grabada en vídeo horas antes del inicio del confinamiento, esta representación de la Royal Opera House supone uno de los primeros grandes triunfos de la joven soprano Lise Davidsen. Su Leonore conquistó al público gracias a la gran humanidad, alma e impresionante voz con la que interpretó a la heroína. La producción de Tobias Kratzer reconoce la naturaleza heterogénea de la obra con un primer acto doméstico y un segundo más universal, al tiempo que amplifica sus resonancias contemporáneas. Por su parte, David Butt Philip presenta un Florestan intenso, mientras el resto del reparto ofrece caracterizaciones memorables, especialmente la pareja secundaria de Marzelline y Jaquino, aquí exquisitamente sutil. Antonio Pappano dirige con autoridad a una orquesta que se convierte en el motor de la obra.