

El conjunto vigués reflejó su lado más gamberro e irreverente en esta grabación realizada en la valenciana Sala Arena. Corría el año 92 y la banda de Julián Hernández y Miguel Costas ya había conseguido que toda España gritase a pleno pulmón canciones como "Bailaré sobre tu tumba", "Ay Dolores", "Alégrame el día", "Ayatollah" y "Miña terra galega".