Joseph Simmons, Darryl McDaniels y Jason Mizell revolucionaron al hip-hop a principios de los ochenta. Con guitarras rock y elementos de la cultura underground llevados al mainstream, lograron que el género se esparciera por doquier. Desde los clásicos The Monkees hasta las guitarras de Aerosmith, pasando por la electrónica de Kraftwerk; los sonidos de Run-DMC consiguieron la amalgama perfecta.