Como si tratara de un cuento de hadas, la historia de Dzhakhid Guseynli es literalmente la de un sueño hecho realidad. Apodado JONY en referencia al protagonista de su serie de dibujos animados favorita, Johnny Bravo, este joven oriundo de Azerbaiyán ya se imaginaba a sí mismo como una auténtica estrella del pop cuando todavía daba sus primeros pasos como cantante en el coro de la escuela. Su magnífica voz no tardó en llamar la atención de sus profesores primero y del sello Raava Music poco después, gracias también a una creciente popularidad en las redes sociales que lo ha llevado a convertirse, tal y como hace años anhelaba, en una de las figuras más prominentes del cada vez más pujante pop ruso.