Reconvertido en fecundo compositor de bandas sonoras tras su experiencia como baterista de The Dickies, The Weirdos, Lydia Lunch, Captain Beefheart y Red Hot Chili Peppers, el neoyorquino Cliff Martinez ha encontrado en sus partituras para cintas como Sexo, mentiras y video, el vehículo perfecto para una compleja visión musical que siempre fue más allá de lo que los parches y las baquetas le permitían expresar. Fascinado por la tecnología y sus infinitas posibilidades en la música, Martinez ha hecho de la experimentación con todo tipo de samplers y secuenciadores parte fundamental de sus ambientales composiciones.